Cuando escuchamos el termino marcas notorias nos referimos a aquellas marcas que tiene un alto nivel de publicidad y son reconocidas al momento de mencionar su nombre, de manera que cuando nos referimos a vehículos pensamos en la “FORD, BMW, HONDA” así como también un celular nos llega a la mente “APPLE, SAMSUNG, SONY”, a esto le llamamos marcas notorias.
No existe una definición exhaustiva y de común acuerdo a nivel internacional sobre lo que constituye ser una marca “notoriamente conocida”: es decir, la naturaleza de las marcas notorias va a depender de las legislaciones sobre marcas que cada territorio o tratado disponga, así como la jurisprudencia dictada en casos concretos por los tribunales nacionales e internacionales competentes en la materia.
Las marcas notoriamente conocidas están protegidas, independientemente de que estén registradas, no tanto respecto al riesgo de confusión de productos idénticos o similares, sino para evitar el aprovechamiento indebido de la reputación de la marca notoria.
De este modo, una marca será notoria cuando sea conocida por la mayor parte del público al que se destinan los productos o servicios ofertados por una empresa. La atribución de este estatus es llevado a cabo por un examinador de la Oficina de la jurisdicción competente. Siendo en el caso nuestro la Oficina Nacional de Propiedad Intelectual (ONAPI).
Dicho examinador tendrá en cuenta las siguientes cuatro variables a la hora de otorgar o no el certificado de notoriedad como el volumen de venta de la empresa, la valoración alcanzada en el mercado, intensidad y duración del uso de la marca y por último el prestigio alcanzado por la marca.
Para considerarse una marca notoria se debe de tener en cuenta:
- El nivel de reconocimiento: se puede evidenciar mediante encuestas realizadas a consumidores, también se puede acudir a los estudios de mercados.
- Publicidad: los titulares presentan ante la Oficina Nacional de Marcas los documentos que constan sobre publicidad y presentaciones en ferias, exposiciones u otros eventos.
- Inversiones: los empresarios invierten dinero en sus marcas y esto es reconocido a la hora de declarar una marca como notoria, pues el valor de su promoción es de gran importancia.
- Ventas: la circulación en los mercados es de gran relevancia debido a que cifras de ventas y de ingresos de la empresa titular son clave en la consecución de la notoriedad.
- Distintividad: es la imagen que ha adquirido la marca a lo largo de un periodo de tiempo determinado.