En más de una ocasión hemos recibido clientes que han sido estafados o mejor dicho, objeto de robo de su propiedad intelectual.
Son personas que tienen ideas de negocios, ideas de marcas para identificar productos o ideas de un artefacto o proceso que la han presentado a terceros y estos, actuando de manera inescrupulosa, se han apropiado de la idea, asumiendo ellos el crédito por el talento, la inventiva y la capacidad creadora de otros.
Por esta razón es importante que antes de sentarte a conversar con el posible socio, te asegures de haber suscrito un acuerdo de confidencialidad, en el cual quede claramente establecido que la información compartida es de tu propiedad.
La falta del acuerdo de confidencialidad puede resultar fatal para ti, no podrás impedir que el “socio” haga pública la información que compartiste o que la use en su provecho, razón por la cual acabarás sentado en el escritorio de un abogado lamentándote por lo que habría sido.
Consulta con Admarca para que juntos redacten un acuerdo de confidencialidad acorde a tus necesidades y siempre recuerda firmar antes de hablar.